María Esponera. 23/03/2010. El Congreso aprobó ayer la intervención de España tras una votación en la que el sí fue absolutamente mayoritario, ya que sólo 3 diputados de los 350 de la Cámara votaron en contra. Todos los partidos, excepto IU y BGN, se mostraron favorables a apoyar la resolución de Naciones Unidas.
José Luis Rodríguez Zapatero apeló a un “principio humanitario” con el pueblo libio y evitó cualquier alusión al término “guerra”, así como comparaciones al caso de Irak. Tampoco el líder de la oposición, Rajoy, mencionó este tema, aunque en algunos momentos de su intervención dejó caer alguna sutil indirecta, además de recalcar en varias ocasiones que esta era una “decisión de Zapatero”.
La participación activa de España en esta operación militar se sustenta en el mandato de la ONU, la legalidad internacional y el respaldo casi unánime del Parlamento pero, aún así, las voces en contra de ella y el inevitable debate sobre la moralidad de los miembros del partido del gobierno tras su campaña contra la guerra de Irak se muestra imparables en los medios de comunicación y en la calle.
Los cuatro requisitos puestos por el Ejecutivo para aprobar la intervención: resolución favorable de Naciones Unidas, el acuerdo europeo, la complicidad regional y la autorización del Parlamento han sido superados de manera favorable y, desde el día de hoy, comenzarán los movimientos y desplazamientos de las fuerzas militares españolas con el fin de colaborar en la guerra contra Gadafi. [LEER MÁS]