Sergio Villarroel Zaballos 8/02/2011 La izquierda abertzale presentó ayer en Bilbao los nuevos estatutos del partido político. El nuevo grupo se hace llamar Sortu –en Euskera, crear”-. El objetivo que persigue es presentarse, como un grupo democrático más, a las próximas elecciones municipales del 22 de mayo. Para ello, sus estatutos deberán cumplir los requisitos impuestos por el Tribunal Supremo, la Ley de Partidos y la Constitución española.
La cara visible de Sortu es Rufi Etxeberria, que ha mostrado su absoluto rechazo a la violencia terrorista. El dirigente abertzale asegura que la apuesta democrática del nuevo partido “no tiene marcha atrás” y que sus estatutos "cumplen todos y cada uno de los requisitos que la Ley exige". En consecuencia, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) considera que los cambios que ha realizado Batasuna, ahora llamada Sortu, para ajustarse a la ley son “suficientes” y piensa que el Gobierno debería inscribir al partido político.
Sin embargo, los dirigentes socialistas no tienen las ideas tan claras como los nacionalistas vascos. El Vicepresidente Primero y Ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, señala que “la credibilidad de Batasuna está bajo mínimos, ETA aún existe y queda un camino muy largo por recorrer”. Por otro lado, la presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Ángeles Pedraza, cataloga este nuevo proyecto de la izquierda abertzale como una “burla macabra hacia las víctimas y hacia la democracia", indicando que Batasuna es ETA y, por ello, no pueden estar en las instituciones.
El Ministerio de Interior ha decidido pasar los estatutos de Sortu a los tribunales para que sean ellos los que tomen la decisión final sobre la legalidad o no de los mismos. De hecho, mañana mismo está previsto que Batasuna presente estos estatutos ante el registro de partidos para su legalización.El abogado Iruin, que estuvo presente en la rueda de prensa celebrada ayer en Bilbao, asegura que en la redacción de los estatutos se ha tenido en cuenta la última reforma legal que habla de rechazo -incluído a ETA-. También se incluye la posibilidad de expulsar a cualquier afiliado del partido que participe en actos violentos.